jueves, 6 de enero de 2011
Balada Triste de Trompeta
Ya dije anteriormente en otra entrada que el cine no es algo que me interese demasiado (últimamente sí, la verdad), y menos el español. Pero anoche fui a ver Balada Triste de Trompeta, la última película de Alex de la Iglesia.
Dentro del reparto entran Carlos Areces (papelón el suyo cuando te acostumbras a verlo haciendo comedias. O algo parecido), Santiago Segura, Antonio de la Torre, Carolina Bang, Fernando Guillén Cuervo y una larguísima lista de actores bastante conocidos que aparecían aunque fuese en una cortísima escena (sigo pensando que Fran Perea sobraba).
El argumento es cuanto menos curioso: En plena Guerra Civil Española, un circo entero es reclutado forzosamente por el ejército republicano. En este grupo de circo, tras una batalla entre los dos bandos, el payaso que hace de payaso gracioso es capturado y encarcelado en una prisión franquista. Su hijo Javier, que va a visitarle, recibe de su padre el valor de que sólo se podrá guiar en la vida por la vía de la venganza, y que si en un futuro también decide ser payaso, será el triste puesto que ha sufrido mucho debido a haber visto la condición presidiaria de su padre.
Pasado el tiempo, a finales de la dictadura de Franco, Javier ha crecido lo suficiente como para trabajar por su cuenta en un circo que encuentra. Ahí conoce a Sergio, su jefe; y a Natalia, esposa de su jefe y de la cual se enamora.
Es un poco lioso visto desde fuera, y más aún ya que no he sido todo lo preciso que podría ser (si siguiese contando más acabaría contando hasta el final xD), pero en cuanto la ves te quedas con todo.
Hay que reconocer que lo que la película transmite a partir del nudo es angustia (y alguna que otra risa, que Areces es Areces). Violencia (posee un encantador toque gore), sexo, impotencia, humor negro, amor, violencia, crueldad, bizarrez, sexo... he enumerado dos veces el término que más se repite. E incluso a veces se combina.
Lo de la bizarrez es algo bastante arriesgado, ya que el sabor que la película deja está entre el muy bueno y el muy absurdo. Pese a todo, en lo personal me quedo con el muy bueno.
Cerrando esta breve "crítica", no puedo pasar por alto el detalle obsesivo por parte de de la Iglesia por mostrar las tetas de Carolina Bang: En la absoluta mayoría de los planos donde sale ella se le ven, sea como sea. Recordemos que esto es cine español.
En resumen: Argumento original con un correcto desarrollo, que añade un final sencillo, dramático y simbólico; buenas referencias históricas de la época; gags ultra absurdos que te sacan más de una carcajada; genial reparto y una sensación de tensión e inmersión característica.
Nota: 8'5/10
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Sólo un apunte. El padre de Javier era el payaso gracioso, no el triste.
ResponderEliminarCarolina Bang FTW. Y sus dos amigas más aún.
Fallo mío, arreglado pues.
ResponderEliminarCarolina Bang, ya que no vale como actriz, que enseñe cacho. Así, al menos, vale para algo. Lo triste es que de desnudos hay antes masculinos que femeninos. Y masculinos no muy allá, la verdad.
ResponderEliminarA mí la película me dejó loco pero es excesiva de cagarse. Tanto en lo que cuenta como en la forma en que lo cuenta.
Aún no la he visto... pero entra dentro de mis prioridades para ver próximamente, y después de leer esto me entran más ganas =)
ResponderEliminar¿Hay tetas? No me lo creo... ¡aaah! Qué sería del cine español sin tetas...