viernes, 27 de mayo de 2011

Ley de monos y bibliotecas

Odio muchas cosas en esta vida: los anuncios de Mixta, los mosquitos, Slipknot, las tortillas de patata con cebolla, las verduras, cambiar las cuerdas a la guitarra, Intereconomía, los papeleos, Cuánto Cabrón, lo relativo que es el botón "aleatorio" en los reproductores de música, y un casi eterno etcétera. Sin embargo, hoy no sólo voy a contar uno de mis odios, sino voy a aportar una delirante solución que pretende solucionarlo.

Ese odio del que quiero hablar es la gente de la biblioteca. Porque tener la concentración necesaria para estudiar a fin de cuentas no es tan difícil, pero se ve obstaculizada si un grupo de gilipollas personas que no ven oportuno guardar el silencio requerido en el interior del edificio habla. O susurra, lo mismo es.
Cierto es que yo muy de vez en cuando hablo, pero no más de 10 segundos y sobre algo relacionado con lo que esté estudiando. Si pese a todo noto la necesidad de hablar con alguien, con las mismas nos vamos fuera a contarnos nuestras chorradas.

Hay veces que tras hacer los pasos cuatro para silenciar (Suspirar, carraspear, ssshhhh, y ¿Podéis cerrar el puto boquino ya?) no queda otra y tienes que cambiarte de mesa mirándoles con asco y deseando que no lleguen a ser nada en la vida. Pero eso se acabó:
En esta entrada propongo una ley (que aparte de hacerme quedar como un loco) solucionará definitivamente el problema de la gente habladora aunque creará bastantes más. Se titula LEY DE MONOS Y BIBLIOTECAS. Dice así:

Los vigilantes de seguridad serán sustituidos en su integridad por monos. Además, los vigilantes cederán sus uniformes a los monos, por muy grandes que les queden. Esto creará una serie de divertidos y caóticos infortunios.
Los monos velarán por la seguridad y el mantenimiento del silencio absoluto dentro de la zona de estudio. Para ello, se seguirán varias normas:
1. Si un individuo o grupo de individuos no guarda el silencio estipulado, el monete lanzará un pequeño montón de heces a la mesa o a la cabeza del más hablador, siendo igualmente válidas ambas acciones como advertencia. Si pese a la defecante señal, el individuo o individuos en cuestión siguen hablando, el mono cogerá su ballesta con la que será previamente equipado y les disparará en una zona del cuerpo NO letal (dícese de estómago, brazos o piernas, con predilección por lo primero) y tal cual seguirá desparasitando al mono más cercano, como seguramente estuviese haciendo antes.
2. Llevar atuendos que provoquen ruido al andar (cascabeles, tacones, etc) conllevará la persecución del monete más esquizofrénico que se encuentre disponible. Llevar dos o más de estos atuendos será castigado con una lapidación por heces en público.
3. Los individuos que corran por la zona de estudio recibiendo una llamada no serán sancionados si la melodía de su teléfono móvil es lo suficientemente estúpida como para ya de por sí dejarles en ridículo. El grado de estupidez se medirá por las ganas que tenga el mono de bailar al escuchar la susodicha melodía.
4. NINGÚN USUARIO podrá llevar gorras, gorros o sombrero. Sólo los monetes estarán en su derecho a ejercer la libertad de ponerse un sombrero, dando igual el folklore, nacionalidad o temática que representen a lomos de sus diminutas cabezas. La sanción que se llevará a cabo a los usuarios está todavía por ser aprobada, ya que seguimos investigando si hay vacíos legales en cuanto al uso del napalm en edificios públicos.
5. Llevar un portátil Mac para fardar de la manzanita y hacer trabajos con procesadores de texto pudiendo hacer lo mismo con un portátil normal, conllevará aceptar la humillación que supondrá que los monos (en idioma monete) se rían constantemente del poseedor en cuestión. Tampoco se descartan que puedan requisarlo y utilizarlo para propósitos provistos de interés personal, como ver páginas de tetas.
6. Los pantalones se llevarán a una altura NORMAL. Si están muy bajos, el mono entenderá su derecho para terminar de bajarlos y realizar acciones de las que esta ley no se responsabiliza.

De momento esos son los puntos que se han ideado para esta futura normativa. No me cierro a sugerencias, PERO QUE HAYA MONOS.

3 comentarios:

  1. Veo una clara y genial influencia de Terry Pratchett en tu escrito, del que comparto todos y cada uno de los puntos, sí señora.

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  2. Ja me parece Excelente...
    Pero si vivieras en mi ciudad no tendrias ese problema ya que aqui las bibliotecas estan desiertas :D

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  3. xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

    Así SI que iria a la biblioteca a diario.

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